miércoles, 17 de octubre de 2012

Terrazita (exterior, que nos ahogamos).

Antecedentes: Compañeras en tiempos universitarios. En realidad eramos seis en total; algún día deberíamos de conseguir estar todas. 

Próximo reto a conseguir (ofertado desde este espacio en este momento): Mari Carmen, Mónica y Violeta nos acompañaran en la próxima quedada.

Hechos: Tenemos por costumbre reunirnos cada ¿18 meses?, pero siempre parece que fue ayer cuando echamos el último 'ratico'. Las risas están aseguras. Maridos aburridos, porque quieren, niños a los que vigilar haberlos haylos; pendiente queda dar un tirón de orejas a Paco, logra escaquearse bastante a menudo con eso del trabajo, y trabajo, y trabajo,... no hay quien se lo crea en los tiempos que corren. Vamos aumentando el número de niños 'satélites' por lo que los revoloteos alrededor del núcleo son ricos y variados (más abajo testimonio gráfico de tales eventos). Pasamos una tarde más que agradable.  Primero, y puntualmente, llega May y su adorable Mario, después Carmen y su familia, y seguidos muy de cerca, nosotros. Siempre los últimos y los que más cerquita vivimos, lo hemos convertido en una tradición.

Mario. Hurgando en el bolso de su madre para buscar más galletas.  Esa cara angelical es precisamente lo que representa, un angelote puro, al cien por cien.

Carolina en brazos de su orgullosa madre, Carmen. Entre sus ojos azul penetrante (recuerdo que alguien me hablaba de 'este tono', ¡ahora lo conozco¡), sus dientes que le asuman y sus mofletes chorreantes, ¡está más que comestible!.



May. Justo cuando disparaba, no dejaba de repetir: 'No te canses que no soy nada fotogénica....'. Prometo que los ojos son tal cual. Si la conocéis lo sabeis, nada de efectos PS.



Después de los saludos iniciales, de contarnos las arrugas, las canas y la prole, buscamos un sitio tranquilo para tomar un café. Y hablar de 'nuestros' asuntos: niños, trabajo, estado económico actual, familia directa y allegados.

     Definición de sitio tranquilo: 
Terrazita (exterior que nos ahogamos). 
Alejado de vía transitada por tráfico rodado. 
Rodeada de espacio suficiente para perseguir con la mirada al 'polluelen' sin necesitad de intervenir en, al menos 10 minutos.
A ser posible, helados, churros, golosinas varias por si se requiere anestesia hiperglucémica. 

Desenlace: May se levanta intranquila varias veces para comprobar que todo va bien; Carmen y Gonzalo, al ser dos, no ser primerizos porque ya también tienen al gran Alvaro de cuatro añazos que se quedó con su abuela merendando, viven en la capital del país y como que se lo toman con más calma; la pequeña Carolina, en su parcela de 100 metros cuadrados como en casa, de vez en cuando se acercaba al 'nucleo' supongo que para comprobar que todos estábamos donde nos había dejado. 
Mientras nos deleitamos con tan tierna y divertida escena, mi cachorro se sube a un murito que se encontraba a nuestra izquierda ¡a tan solo un par de metros de distancia del dichoso nucleo! y a punto está de fastidiarse un codo al usarlo como apoyo tras precipitarse al vacío. Y sus padres, tan entretenidos viendo como los dos de diecitantos meses jugaban a afianzar su apego seguro con sus carreras de ahora-me-alejo-ahora-vuelvo-ahora-me-alejo-un-poco-más.


















¡¡¡No dejemos pasar 18 meses!!! Una tarde perfecta, con una compañía perfecta.







1 comentario:

  1. Me encanta todito las fotos,los comentarios me siento famosilla en estas líneas. Cuando queréis repetimos!!!!

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